Ordenadores baratos.
Suele ser una de las peores pesadillas: comprarse un ordenador para descubrir que la semana siguiente el fabricante presenta un modelo muy superior, al mismo precio y con muchas más funciones. La evolución de los productos es tan legítima como necesaria, pero cuando es uno la víctima del cambio de modelo y por unos pocos días, no hay justificación que valga. Aunque parezca increíble, la compra de un portátil tiene también su ciencia y los precios oscilan, por lo general, de una manera cíclica, con lo que conocer el momento exacto puede ahorrarnos bastantes euros y no menos disgustos.
La primera medida para no cometer un error en la compra de un ordenador es aplicar el sentido común: ¿realmente necesitamos cambiar de equipo? Si hay una razón de peso, como que no arranque o que su bajo rendimiento esté ralentizando nuestro trabajo, quizá haya un plan B: se puede agotar la vía del software instalando alguna solución que haga rejuvenecer los viejos equipos.